Círculo de JOSÉ GARCÍA RAMOS (Sevilla, 1852 – 1912).
“El orgullo gitano”.
Óleo sobre lienzo.
Precisa limpieza.
Presenta faltas en el marco.
Medidas: 55 x 37 cm; 69 x 50 cm (marco).
Este retrato se inscribe dentro del regionalismo de herencia romántica desarrollado en España, y especialmente en la escuela andaluza, durante la segunda mitad del siglo XIX. Muestra a una orgullosa gitana que mira directamente al espectador con espontáneo gesto de jolgorio. La mantilla y la rosa que orna su cabello aportan un carácter vívido a la composición.
José García y Ramos se inicia en el mundo del arte muy pronto, de hecho se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla siendo aún un niño. Allí tendría como principal maestro a Eduardo Cano de la Peña. Seguidamente completó su formación en el taller de José Jiménez de Aranda, con quien se trasladó a Roma en 1872. En la capital italiana subsistió vendiendo pinturas de pequeño formato, que reproducían paisajes y personajes andaluces, y entró en contacto con Mariano Fortuny, cuya obra tuvo una importante incidencia en su personalidad artística. Tras un periodo de dos años en España, regresa a Roma en 1877, año en que también visitó Nápoles y Venecia. Entre 1881 y 1882 García y Ramos reside en París, para después regresar definitivamente a Sevilla. Allí será nombrado presidente de la Escuela Libre de Bellas Artes, ejercerá la docencia en la Escuela de Artes Industriales y en 1893 ingresará como académico en la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel. Asimismo, concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y colaboró como ilustrador en “La Ilustración Española y Americana”, “La Ilustración Artística” y “Blanco y Negro”. José García y Ramos destacó como uno de los máximos exponentes del regionalismo andaluz. Inspirándose en temas cotidianos, reproduce la gracia de los personajes populares y el ambiente festivo de la ciudad. Muchas escenas aparecen imbuidas del romanticismo de la época, con personajes como saltimbanquis o bandoleros. El dibujo suelto y ágil, además de la fluidez y libertad de su pincelada, son la base de su personal estilo. El grueso de la obra de José García y Ramos se conserva actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, y también está representado en el Museo del Prado y en numerosas colecciones particulares nacionales e internacionales.