Escuela española del siglo XIX. Seguidor de DIEGO VELÁZQUEZ (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660).
“Autorretrato de Diego Velázquez”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas en el marco.
Medidas: 40 x 27 cm; 60 x 48 cm (marco).
El lienzo que se presenta ha sido realizado a partir del “Autorretrato de Velázquez” conservado en el Museo de Bellas Artes de Valencia. La obra fue pintada por el maestro sevillano hacia 1640 y es, con el autorretrato de Las Meninas, el único autógrafo del pintor que se ha conservado. Velázquez se nos presenta recortado sobre un fondo neutro, mirando al espectador de soslayo y con una actitud noble, conocedora de su valía como pintor. Este tipo de retratos se popularizaron, en gran medida debido a las relaciones políticas de la casa Habsburgo que utilizaban estas obras tanto en el ámbito intimo familiar, como en el diplomático. Esta obra en la que se ensalza la figura del artista como protagonista indiscutible coherente con una época en la que el ejercicio de la pintura asimiló las teorías del renacimiento elevando así la postura del artista. Este tipo de retratos vivieron un gran esplendor durante el siglo de oro español, acercando más que nunca diversas áreas artísticas. El reconocimiento de las artes liberales, durante el 1600, supuso todo un desarrollo de la retratística, generando un gran interés por la captación pictórica de figuras emblemáticas pertenecientes al mundo de la literatura. Por dicho motivo aristócratas de la época, como por ejemplo el Conde de Arcos, ampliaron las colecciones de retratos de hombres ilustres, con la presencia de personajes relevantes para la cultura. La preeminencia que alcanzó la figura del pintor como hombre famoso, manifiesta la gran proliferación de retratos de Velázquez.