Escuela francesa; siglo XIX.
Sin título.
Óleo sobre lienzo.
Conserva restos ilegibles de firma.
Medidas: 60 x 47 cm; 93 x 77 cm (marco).
Escena de interior en la que una joven se tumba sobre un diván, mientras que, en segundo plano, inscrito en la penumbra se puede apreciar la presencia de un hombre del cual se puede apreciar únicamente su rostro grotesco.
La figura principal representa a una odalisca, una esclava perteneciente al Imperio otomano, que se establecía como aprendiz o asistente de las concubinas y esposas del sultán, pudiendo más tarde llegar a obtener dicha posición social. La mayoría de las odaliscas formaban parte del harén imperial del sultán. La representación de este tipo de mujer en Occidente fue un tema recurrente durante todo el siglo XIX. Fueron frecuentes especialmente en las pinturas de la corriente orientalista, que debe entenderse como una de las corrientes que alimentaron el arte europeo del siglo XIX, coincidiendo con el triunfo de la burguesía capitalista y de los países imperialistas, sobre todo Inglaterra y Francia. Provocado por una visión romántica y desarrollando una estética en busca de una huida fantástica y libre en el tiempo y en el espacio.