JOAQUIM MIR TRINXET, (Barcelona, 1873 – 1940).
"Paisaje con casas".
Óleo sobre tabla.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 44 x 36,5 cm.; 67,5 x 60 cm. (marco).
Joaquim Mir, uno de los grandes innovadores del paisaje español, despliega en este paisaje una escena vibrante mediante el empleo magistral de una pincelada enérgica y una paleta contrastada. Llevando a cabo una solución característica de su quehacer, el campo se abre vacío en primer término, lo que permite al autor dedicarle un sinfónico juego de colores y manchas que sugieren la alternancia de arbustos y terruño a tonos siena. De este modo, el apacible pueblo atisbado en la distancia se enriquece con este estallido de luces mediterráneas unificadas por un cielo desprovisto de nubes.
Joaquim Mir Trinxet es considerado uno de los mayores exponente del paisajismo postimpresionista español y una de las figuras más destacadas del arte catalán de principios del siglo XX. Su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Jordi y su vínculo con la Colla del Safrà (grupo de artistas catalanes que experimentaron con el color y la luz) marcaron los inicios de una trayectoria innovadora. A finales del siglo XIX, su paso por Madrid y su estrecha relación con el modernismo barcelonés, a través de círculos como Els Quatre Gats, consolidaron su lenguaje artístico, aunque su verdadera transformación llegó con su estancia en Mallorca, donde descubrió un paisaje que cambiaría para siempre su forma de pintar. Su obra fue reconocida con numerosos galardones, destacando la Primera Medalla en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona (1907), el Premio Nacional de Bellas Artes (1917) y la Medalla de Honor de la Exposición Nacional de Madrid (1930), un premio que perseguía desde hacía años. Aunque centró su producción en Cataluña y Baleares, su obra trascendió fronteras, exponiéndose en ciudades como París, Ámsterdam, Washington, Nueva York y Buenos Aires. Actualmente, su legado se encuentra en algunas de las colecciones más prestigiosas de España y del mundo, con obras en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía, entre otros. Su capacidad para transformar el paisaje en una experiencia sensorial lo convierte en una figura esencial de la pintura moderna española.