LAUREANO BARRAU BUÑOL, (Barcelona, 1864 – Santa Eulària des Riu, Ibiza, 1957).
“En la fuente”, Ibiza.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 117 x 89.50 cm., 134 x 107.50 cm. (marco).
En En la fuente, Laureano Barrau nos transporta a la Ibiza tradicional, capturando con exquisita sensibilidad una escena costumbrista en las luminosas calles encaladas de la isla. La composición, construida con gran maestría, nos introduce en una callejuela de casas blancas, donde la luz mediterránea juega con las texturas de las fachadas y proyecta sombras suaves que modelan el espacio con naturalidad.
En primer plano, un grupo de burros cargados con cántaros de agua aporta un dinamismo sereno a la escena, mientras al fondo, las figuras femeninas envueltas en tonos cálidos aportan notas de color vibrantes que contrastan con la blancura de la arquitectura. La profundidad espacial se consigue mediante la disposición de los elementos y la perspectiva marcada de la escalera al fondo, que nos guía la mirada hacia el interior de la obra.
Barrau, fiel a su concepción luminista, despliega una paleta rica en matices neutros y tierras cálidas, logrando un efecto de atmósfera envolvente que remite a la calidez de Ibiza. Con pinceladas sueltas y vibrantes, el artista dota de vida y lirismo a una escena cotidiana, transformando un momento común en un cuadro de gran fuerza evocadora.
Esta pintura es una muestra excepcional del periodo ibicenco de Barrau, una etapa que consagró su obra y donde alcanzó una de sus mayores cotas de madurez artística.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, en Roma y en la Académie des Beaux-Arts de París, Laureano Barrau se consolidó como uno de los grandes pintores españoles del cambio de siglo. Su trayectoria estuvo marcada por una evolución desde un lenguaje neoclásico e histórico hacia el luminismo, género en el que encontró su expresión más auténtica.
Desde 1911, Ibiza se convirtió en su hogar definitivo y en la gran inspiración de su pintura. Sus obras capturan con exquisito realismo e intensidad lumínica la vida cotidiana de la isla, con escenas de calles encaladas, campesinas y rincones bañados por la luz mediterránea. Su maestría en la representación de la atmósfera le valió reconocimientos como la Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid (1892 y 1904) y el título de "Societaire" de los Salones de París en 1929.
Actualmente, su obra se encuentra en prestigiosas colecciones y museos como el Museo del Prado, el Getty Museum (California), el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y Barcelona, además de su casa-museo en Santa Eulària des Riu, Ibiza. Su legado sigue siendo un referente esencial del luminismo español y la pintura mediterránea.