Escuela francesa del siglo XIX.
"Paisaje costero con barcas y pescadores".
Óleo sobre lienzo.
Necesita restauración.
Medidas: 97 x 126 cm.; 113 x 141 cm.(marco).
Escena portuaria de cariz melacólico. Una embarcación varada en la orilla está siendo reparada por un grupo de marineros. Detrás de ella, despunta un castillo con torre defensiva con la parte superior cubierta de musgo. Una luz difusa envuelve la marina con una brisa suave, que concede a la composición una cadencia de ensueño, similar a las vistas costeras de Claude Lorrain. Como en las del autor francés, la realidad se funde con idealizado. En la distancia, se perfila un faro junto al muelle que se extiende en el horizonte azulado, donde los barcos se pierden entre la bruma. La superficie del mar absorbe la luz en suaves gradaciones, con tenues destellos dorados que sugieren la llegada o el ocaso del día. No es un mar tempestuoso, sino una superficie serena, casi etérea, que invita a la introspección, al modo en que Lorrain componía sus vistas portuarias, donde la naturaleza y la arquitectura se equilibran en una armonía clásica. En el seno de la pintura francesa del siglo XIX, esta obra podría situarse en la tradición del paisaje histórico y romántico, herencia del academicismo de Lorrain pero con ecos del espíritu nostálgico y evocador del Romanticismo. Artistas como Eugène Isabey trabajaron en esta línea, dotando sus marinas de una luz vibrante y una sensación de tiempo suspendido.