Escuela española; segundo cuarto del siglo XIX.
“San Francisco de Paula”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas en la superficie pictórica y en el marco del siglo XX.
Conserva marco c. 1830.
Medidas: 108 x 98 cm; 133 x 123 cm (marco).
Pintura de periodo y estilo tardo-barroca, apreciable en los marcados claroscuros que otorgan a la imagen devocional intensidad dramática. El santo se lleva la mano al corazón mientras mira el resplandor celestial en el que aparece grabada la palabra "Caritas". La obra sigue en cuanto a composición y temática el modelo establecido por Bartolomé Esteban Murillo, que actualmente se encuentra en la colección del Museo de Málaga y que fue pintado para el Convento de san Francisco.
San Francisco de Paula (1416-1507) fue un eremita italiano, fundador de la Orden de los Mínimos. Muy joven inició su vida de ermitaño en las afueras de su localidad natal, Paula. Poco a poco fue adquiriendo fama por sus prodigios, y en torno a 1450 existe ya un grupo de seguidores en torno a su figura. Su comunidad irá creciendo, y en 1470 la Congregación de Ermitaños (futura Orden de los Mínimos) recibe del arzobispo de Consenza la aprobación diocesana. Cuatro años más tarde, el papa Sixto IV les otorga la aprobación pontificia. En 1483 Francisco de Paula marcha a Francia por orden del papa y a instancias del rey Luis XI. Allí desarrolla cierta labor diplomática en favor de la Santa Sede, al tiempo que trata de obtener de ésta la aprobación de una Regla para su congregación, lo que finalmente conseguirá en 1493. Hasta su muerte, Francisco de Paula contará con el apoyo y la protección de los monarcas franceses, y unos años después de su muerte se iniciarán procesos para su canonización en Calabria, Tourse y Amiens, en los que declaran numerosos testigos de su vida y milagros. Finalmente será beatificado en 1513, y canonizado en 1519. La iconografía de este santo es abundante. La efigie más conocida, y que ha inspirado a numerosos pintores, es la realizada por Jean Bourdichon, pintor francés contemporáneo a Francisco de Paula. En ella el santo aparece con hábito, un anciano de rostro grave con una poblada barba cana, apoyado en un sencillo cayado.