Escuela Española del siglo XIX.
“Marina”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 80 x 150 cm; 102 x 172 cm (marco).
En esta obra Segundo Matilla nos ofrece un melancólico y evocador paisaje, muestra del lirismo de lo cotidiano, de la poesía oculta tras el paisaje conocido y cercano. Desarrolla una composición de gran sencillez, basada en el plano horizontal de la tierra, que delimita las dos mitades del cuadro, diferentes en amplitud. De hecho, tras la estrecha y brillante franja del mar se alza un amplio celaje trabajado con una sensibilidad exquisita a base de ligerísimas variaciones tonales y puntos de luz, reflejando con naturalismo y poesía la imponente belleza del cielo del amanecer, su doble cualidad fría en la atmósfera y cálida en la luz, perfectamente armónica. En los primeros planos este cielo omnipresente se multiplica a través de los reflejos en el agua, lisa como un espejo y trabajada con una levedad que busca el contraste con la solidez de la tierra, de tonalidades más oscuras y opacas, en las que descansan barcas apeadas. La presencia humana se inserta en este lienzo a través de los pescadores que faenan junto al mar.