Escuela andaluza; segundo tercio del siglo XIX.
“Paisaje”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado.
Medidas: 83 x 120 cm.
Escena paisajística en la que el autor recrea una vista idealizada de la vida rural, con numerosos personajes disfrutando del paisaje. Esta presencia vincula este trabajo con una de las principales corrientes pictóricas de España en el siglo XIX como es el costumbrismo. Tradicionalmente, la pintura y la literatura españolas se han interesado por las costumbres y los tipos populares. La llegada del romanticismo vivificó esta corriente, aportando a la tradición hispana la visión que los extranjeros tenían de nuestro pueblo, debido al esnobismo de una burguesía nacional europeizante y liberal que, también por influencia extranjera y bajo la moda romántica, vuelve los ojos al pueblo y los monumentos del pasado. Esto, general en toda España, se dará preferentemente en lo andaluz, por ser esta tierra meta soñada de los extranjeros, y donde se tuvo que dejar sentir más fuertemente el influjo de la visión que tenían del español y sus peculiares costumbres. Así, de las dos escuelas costumbristas fundamentales, la andaluza incide en un pintoresquismo amable y folclórico, alejado de cualquier intento de crítica social; por su parte, la madrileña es más acre y dura, llegando en ocasiones a mostrar no sólo lo vulgar, sino incluso recreándose en visiones desgarradas de un mundo tópico barriobajero, en el que el ánimo de crítica es evidente.