PAU ROIG I CISA (Premià de Mar, Barcelona, 1879 – Barcelona, 1955).
"Taberna flamenca".
Pastel sobre papel pegado a tela.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 61 x 46 cm; 89 x 54 cm (marco).
Escena de taberna flamenca, con dos mujeres en primer término tocadas con peinetas y envueltas en mantones de colores claros. Intercambian confidencias, ajenas al grupo de cantaores y guitarristas del fondo del bar. Pau Roig fue conocido por su habilidad para capturar escenas de costumbres.
Pintor y grabador, Pau Roig se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona, y fue discípulo de Torrescassana. Se dio a conocer en 1896, en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona, y dos años más tarde ganó el concurso de portada y contraportada del Almanaque de “L’Esquella de la Torratxa” para 1899, con unos dibujos plenamente modernistas. Colaboró desde entonces con dicha revista, así como con otras como “Iris” e “Hispana”. Asimismo, realizó diseños de marqueterías para el ebanista Gaspar Homar, dentro de los lenguajes simbolista y Art Nouveau, y en 1900 pintó los murales de la tienda Cassadó i Moreu (actualmente en colección particular). En 1901 se trasladó a París, donde colaboró con las publicaciones “Le Rire”, “L’Assiette au beurre” y “Frou-Frou”, además de alcanzar la fama como ilustrador de libros, destacando en este campo su trabajo para “La Femme et le Pantin”, de Pierre Louys. Roig expuso en París y Bruselas, donde su obra obtuvo bastante resonancia. Por otro lado, hasta 1932 llevó a cabo una importante obra como grabador, realizando principalmente paisajes al aguafuerte y la punta seca. En 1933 regresa a Cataluña y participa, dentro del Salón de Montjuic, en las Exposiciones de Primavera de ese mismo año y los dos siguientes. Tras una segunda estancia en París, entre 1939 y 1943, regresó definitivamente a Barcelona. En la Ciudad Condal mostrará su obra, desde 1944, en diversas exposiciones individuales y colectivas. Aunque perteneció a la generación postmodernista catalana, su casi constante lejanía le mantuvo separado de la evolución artística propia de esta escuela, y en cambio fue influido por las corrientes francesas prevanguardistas. Su obra se caracteriza por una gran sensibilidad y, especialmente en el grabado, por la escrupulosidad artesana de su trabajo. Actualmente está representado en las Bibliotecas Nacional y de Cataluña, así como en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, entre otras colecciones tanto públicas como privadas.