FÉLIX AUGUSTE CLÉMENT (Francia, 1826 - 1888).
"Joven dormida".
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Presenta faltas en el marco.
Medidas: 46 x 56 cm.; 77 x 87 cm. (marco).
Esta magnífica pintura de Félix Clément es un ejemplo destacado de su maestría en el retrato sensual y el manejo virtuoso de las veladuras y la luz. La composición destaca por su intimidad y delicadeza, capturando un momento de reposo y vulnerabilidad en la figura de una joven dormida. El encuadre cerrado de la joven lánguida, con la cabeza ladeada y descansando sobre su antebrazo levantado, crea una línea curva que refuerza la sensación de relajación. El tratamiento del rostro, con el arrebol en las mejillas y las orejas, otorga calidez y vitalidad a la figura, sugiriendo una proximidad inmediata casi palpable. Este detalle hace eco de la tradición sensualista del siglo XIX. Los pechos desnudos, cuya turgencia escapa de la gasa transparente que cubre el torso, refleja la habilidad del artista para jugar con las veladuras. Este juego de transparencia, combinado con la textura sedosa y ligeramente ondulada de la sábana azul verdosa, crea un contraste interesante entre la suavidad de la piel y los pliegues del entorno textil. Los reflejos cobrizos en el cabello castaño añaden un toque de luminosidad que armoniza con la paleta cálida del fondo y los tonos fríos de la sábana, evocando una atmósfera voluptuosa. El manejo de las texturas y la composición podría recordar a la obra de Manet, particularmente en su capacidad para equilibrar lo sensual con lo realista. Sin embargo, Félix Clément aporta un enfoque más lírico en los detalles, alejándose del impacto directo del realismo manetiano para crear una experiencia más introspectiva y contemplativa.
Félix Auguste Clément fue un pintor francés, conocido principalmente por sus escenas orientalistas. Clément nació en Donzère. Sus primeros estudios los realizó en la École nationale des beaux-arts de Lyon con Jean-Claude Bonnefond. En 1848 ingresó en la École des Beaux-Arts de París, donde estudió con Michel Martin Drolling y François-Édouard Picot. En 1856 obtuvo el Prix de Rome por su cuadro del regreso del joven Tobías. Permaneció en Roma varios años, seguidos de una visita a Egipto en 1862, donde pintó escenas de actividades principescas, realizó trabajos decorativos para palacios y esbozó monumentos; algunos de ellos bastante remotos. Muchas obras fueron realizadas por encargo del Jedive. En 1868 regresó a Francia. Cuatro años más tarde, el gobierno le encargó copiar las pinturas de Andrea Mantegna en Padua, pero se vio obligado a regresar por enfermedad. Fue profesor en la École Nationale de Lyon de 1874 a 1877. Participó en la Segunda Exposición Anual Internacional de Londres (1872), en la Expo de Viena de 1873 y en la Exposition Universelle (1878). Se dice que Henri Rousseau obtuvo la ayuda de Clément para obtener el permiso de copiar cuadros en el Louvre; un privilegio normalmente reservado a los estudiantes de instituciones reconocidas.