Morillo de chimenea Carlos X; c. 1820.
Bronce y hierro.
Medidas: 26 x 105 x 85 cm.
Morillo de chimenea realizado en bronce dorado y hierro, rematado en forma de volutas de clara inspiración clásica. Los morillos se empleaban para elevar el fuego y permitir su oxigenación, sirviendo además de apoyo para pucheros y sartenes. Pese a su fin principalmente utilitario, era habitual la presencia decorativa en ellos.
La estética de Carlos X se definió por el gusto de una incipiente burguesía. El estilo de Carlos X se extendió desde 1818 hasta 1834, durante la Restauración Borbónica. La estética se adaptó a formas más suaves, con clara influencia del estilo imperio, pero con una clara adaptación a formatos más pequeños.