EDUARDO LEÓN GARRIDO (Madrid, 1856 – Caen, Francia, 1949).
“Retrato de dama”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 77 x 62 cm; 107 x 92 cm (marco).
Eduardo León Garrido inició su formación en Madrid, en la Escuela Superior de Pintura y en el taller de Vicente Palmaroli, a quien siempre consideró su único maestro. Pintor costumbrista, se especializó en escenas de baile en salones rococó, y también destacó como maestro del retrato femenino. Al no obtener la beca para estudiar en Roma, viajará allí por sus propios medios junto a su maestro Palmaroli, y más tarde a París. En 1875 el rey Alfonso XII adquiere uno de sus cuadros, y ese mismo año obtiene una pensión de la Diputación de Madrid para estudiar en la capital francesa, donde completó su formación en el taller de Raimundo de Madrazo. Al año siguiente participa por primera vez en el Salón de París, donde presenta un “San Jerónimo”. Pronto atrajo la atención del más destacado marchante de arte del momento, Adolphe Goupil, para quien trabajará algunos años. Desde 1876, Garrido expone sus obras de forma individual en galerías parisinas como Borniche, mostrando retratos y escenas contemporáneas. En este periodo, además, realizó numerosos viajes a Venecia, acompañado por los Madrazo, Fortuny y Martín Rico. Participó asiduamente en los Salones de París, así como en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid y en las Internacionales de Londres y Munich, donde obtuvo grandes éxitos de crítica y público. Entre 1882 y 1894 no participa ya en el Salón (excepto en 1884, cuando expone un retrato de su amigo el pintor Bréauté), sino que se centra en abastecer las galerías parisinas y madrileñas con las que tenía contratos. En 1892 firma en exclusividad con Félix Gérard, quien le impondrá la temática de casacones tan de moda en la época. Así, en estos momentos se dedicará casi en exclusiva a pintar escenas galantes ambientadas en el siglo XVIII. Al tiempo abandona París y se instala en Varenne-Saint-Hilaire (Francia), donde se integra rápidamente en la vida cultural y es nombrado profesor de la Escuela de Artes y Oficios local. A partir de 1895 expondrá de nuevo sus obras en el Salón de París, y en 1914 se le concede la nacionalidad francesa. Durante las primeras décadas del siglo XX sigue pintando, fundamentalmente paisajes del sur de Francia y el País Vasco, así como retratos de su familia y flores. Actualmente, Eduardo León Garrido está representado en el Museo de Prado y en el Charles Léandre de Condé sur Noireau (Francia), así como en destacadas colecciones particulares nacionales y extranjeras.