Escuela española; c. 1900.
“El ángel de la guarda”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta perforación.
Medidas: 83 x 54 cm; 90 x 71 cm (marco).
Escena devocional en que se puede apreciar a un pequeño infante guiado por un ángel que agarra una de sus manos y con la otra señala con su mano el buen camino. El rostro del ángel destaca por su rostro de líneas suaves y finas que conforman una faz delicada e idealizada.
En el cristianismo, el ángel custodio o de la guarda sería aquel que Dios tiene señalado a cada persona para protegerla. De ahí que suela representársele como guía para la vida entendida como camino, tal y como aquí sucede. El hecho de que el escultor haya representado al fiel con la figura de un niño enfatiza aún más este papel protector que cumple el ángel de la guarda respecto a la indefensa alma cristiana.