RAMÓN TUSQUETS I MAIGNON (Barcelona, 1837 – Roma, 1904).
“El infierno de Dante”, 1881.
Óleo sobre tela.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 35 x 46 cm; 44 x 55 cm (marco).
En esta pintura, Tusquets interpreta libremente el Canto III de la Divina Comedia, e imagina el paisaje en el que Dante es conducido hacia las puertas del Infierno como un lugar umbroso y cavernario. Tusquets inicia sus estudios con Ramón Moliné, y al mismo tiempo publica algunas de sus caricaturas en “El tros de paper”, firmadas bajo el seudónimo Patufet. A continuación viaja a Italia por sus propios medios, país en el que residirá ya el resto de su vida. Tras un año de estancia en Roma, donde estudia en la Academia Chigi y se integra en el círculo de pintores catalanes allí afincados, se presenta por primera vez a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid (1867), siendo galardonado con medalla de tercera clase. También tomó parte en la Exposición de Barcelona de ese mismo año, donde presenta la obra “Cocina”, que es adquirida por la Diputación. En su producción de esta etapa son frecuentes los temas orientales, directamente influenciados por la obra de Fortuny, y las vistas de la campiña y los alrededores de Roma. En 1869 viaja por Andalucía con el italiano Pio Joris, tomando apuntes para composiciones como “El requiebro”. En 1871 remite desde Roma una obra a la Nacional, siendo galardonado con segunda medalla. A partir de 1872 trabará una profunda amistad con Fortuny, y emprenden juntos un viaje a Nápoles. Allí conocerán las últimas tendencias del grupo de Portici y, en particular, se interesan por la obra de Domenico Morelli. En estos momentos, Tusquets pinta paisajes de Nápoles y Amalfi, y se especializa en composiciones de paisajes rurales con figuras vestidas con trajes típicos. A la muerte de Fortuny reproduce en un impresionante cuadro su entierro, donde se aprecia la influencia de los “macchiaioli”. En 1875 expondrá varias pinturas en el Círculo Internacional de Roma, siendo muy elogiado por la crítica italiana. En 1877 es premiado con el diploma de honor, único reservado para extranjeros, en la Exposición de Nápoles, y el Gobierno italiano adquiere la obra. Por estos años sus obras son exhibidas en numerosas ciudades europeas, siendo galardonadas en las Universales de Viena (1876) y París (1878). En 1880 expone por primera vez en la sala Parés de Barcelona. Instalado definitivamente en Roma, Tusquets es nombrado presidente del Círculo Artístico Internacional de la ciudad. Con sus obras de los años ochenta se consagrará en el género historicista oficial, tan alejado de las sencillas composiciones de sus etapas anteriores. Durante sus últimos años tratará un amplio abanico de temas, plasmando tanto escenas orientalistas como de costumbres e historicistas. Está representado en el Museo del Prado, el MACBA de Barcelona, el de Montserrat y el Nacional de Arte de Cataluña.