y volver al lote.
15 Oct 2024 17:57
FERNANDO LIGER HIDALGO (Sevilla, 1880-1945).
“Vista del patio del Alcázar de Sevilla”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y localizado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 29,5 x 22 cm; 36 x 28 cm (marco).
Liger Hidalgo se especializó en arquitectura morisca. Aquí, la puerta del patio de las doncellas del Real Alcázar de Sevilla está descrita con minucioso detallismo. Las sucesivas estancias fugan en perspectiva perfectamente trazada, acogiendo el juego de luces matizadas, de dorados que reverberan en tracerías y mosaicos.Tras las bellas columnas con capiteles jónicas se distribuyen los espacios. Vislumbramos al fondo cómo asoma la alberca con arriates, los arcos de medio punto entrelazados, combinados con arcos lobulados, decorados con sebka y relieves. Las calidades del mármol jaspean tras los filtros de luz.
El Real Alcázar de Sevilla es un palacio fortificado compuesto por zonas construidas en diferentes etapas históricas. Aunque el palacio original se edificó en la Alta Edad Media, se conservan algunos vestigios de arte islámico y, de la etapa posterior a la conquista castellana, un espacio palaciego mudéjar y otro de estilo gótico. En reformas posteriores se añadieron elementos renacentistas, manieristas y barrocos. La fortificación original se edificó sobre un antiguo asentamiento romano y más tarde visigodo. Posteriormente pasó a ser una basílica paleocristiana (San Vicente Mártir), donde fuera enterrado San Isidoro. El Real Alcázar de Sevilla empieza a tomar su aspecto actual tras la toma de la ciudad por los árabes en el año 713. Uno de los palacios que rodea dos patios es de la misma época que la Alhambra de Granada. Para llevar a cabo la obra, fueron enviados por el rey nazarí Mohamed V importantes artesanos. Tras la Reconquista de la ciudad, en 1248, los Reales Alcázares fueron de los sucesivos monarcas. Alfonso X el Sabio hizo las primeras reformas creando tres grandes salones góticos. Posteriormente Pedro I decidió construir el maravilloso Palacio Mudéjar.