JOSÉ MONGRELL TORRENT (Valencia, 1870 – Barcelona, 1937).
“Esperando la pesca”, 1921.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Presenta un pequeño parche en la zona central derecha.
Medidas: 130 x 104 cm.; 148 x 120 cm. (marco).
José Mongrell estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde fue discípulo de Ignacio Pinazo y Joaquín Sorolla. Fue obteniendo renombre artístico gracias a su participación en numerosos concursos y exposiciones en Madrid y Barcelona. En 1897 realiza, con gran éxito, el cartel taurino para la Feria de San Jaime de Valencia, y de hecho su cartel de la Feria de Julio de Valencia de 1912 fue reeditado en 1971 con ocasión del centenario de estas fiestas. Obtuvo plaza de profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, donde residió el resto de su vida. De este periodo destaca la obra que realizó para el Palacio de la Generalitat de Cataluña, por en cargo de la Diputación de Barcelona, así como su retrato del rey Alfonso XIII. También realizó mosaicos de estilo modernista, como los del gran arco del Mercado de Colón y de la fachada de la Estación del Norte, ambos en Barcelona. Mongrell se dedicó al género costumbrista, al retrato y al paisaje, y fue un maestro de la captación del instante, logrando que sus escenas adquirieran vitalidad y dinamismo, a través de colores y luces brillantes y naturalistas. Tradicionalmente encasillado como discípulo de Sorolla, sin embargo Mongrell sólo aprendió del maestro aquello que le sirvió para extender su arte. El pintor desarrolló su obra a caballo entre el regionalismo y el modernismo, pero en su obra se aprecia también un cierto simbolismo de influencia francesa. De hecho, Mongrell se caracterizó por poner el acento en el contenido, atribuyendo a la imagen un significado que va más allá de la pura apariencia. En una época en la que triunfaban las grandes composiciones históricas, ideales y dramáticas, este pintor desarrolló una pintura preocupada por plasmar el pasado y el presente desde una perspectiva cotidiana, amable y pintoresca, ajena por lo general a la grandilocuencia y teatralidad de la pintura de historia académica. Pese a su dominio técnico, Mongrell no cayó como otros en un refinado manierismo al servicio de una temática intrascendente, sino que desarrolló un lenguaje plenamente personal, caracterizado por su dinamismo y su libertad expresiva. Actualmente, José Mongrell está representado en el Museo de Bellas Artes San Pío V y el Nacional de Cerámica y de Artes Suntuarias González Martí de Valencia, los de Bellas Artes de Asturias, Badajoz y Pontevedra, el Nacional de Arte de Cataluña, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo de La Habana y el de Bellas Artes de Buenos Aires, entre otros.
La maestría del luminismo de Mongrell, pintor clave para comprender el impresionismo valenciano, queda demostrada en el lienzo que nos ocupa. En él el artista nos brinda uno de sus temas predilectos, el costumbrista, que une un paisaje costero con escenas cotidianas de la vida diaria, protagonizadas por dos mujeres populares captadas con una dignidad que los equipara a los antiguos héroes clásicos. Esto es perfectamente visible en la obra que nos compete, en la cual nuestra mirada queda irremediablemente atrapada por la magnética expresión de lo que parecen ser una madre y una hija representadas, humildes, propias del estilo de Mongrell. La madre, vestida con atuendos populares de pescadores valencianos, mira a lo lejos esperando la pesca, mientras que la hija, se encuentra dentro de la barca en actitud de esperar las órdenes de su madre. Los personajes aparecen en primer término, ocupando la mayor parte de la superficie pictórica, destacados sobre un paisaje de playa magníficamente trabajado, cuyas tonalidades parecen un eco de los colores de las ropas de los personajes.