JOSEP CUSACHS (Montpellier, Francia, 1851 – Barcelona, 1908).
“Traslado de los heridos”, 1890.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Presenta ligeras faltas en la zona del celaje.
Medidas: 75 x 120 cm; 90 x 135 cm (marco).
El genio pictórico de Cusachs estribó sobre todo en su tremenda sensibilidad plástica y conceptual para desviar el tema militar (en el que tradicionalmente había primado la celebración épica) hacia situaciones íntimas, muestras de compañerismo, y a evidenciar el sufrimiento en el campo de batalla. Nunca pintaba las guerras en sí mismas sino que se centraba en el antes o el después, en sus antesalas o en sus tristes patios traseros: aquí vemos a los soldados transportando en camillas a sus compañeros heridos. Las cabezas bajas, el lento avance del ejército en retirada, las capas que cubren los hombros cansados, los uniformes que refulgen metálicos bajo un cielo plomizo... configuran una escena de gran intensidad emocional. El dominio del dibujo y el audaz manejo lumínico se traducen en suaves virajes cromáticos. La habilidad para plasmar el movimiento conjunto de grandes masas humanas emplazadas en un paisaje empañado de melancolía es otro de los atributos de este gran pintor.
José Cusachs nació accidentalmente en Francia, ya que sus padres se encontraban allí de viaje, pero su arte y su vida estuvieron siempre vinculados a dos localidades: Barcelona y Mataró. En 1865, tras aprobar una oposición, ingresa en la Academia de Artillería para hacer la carrera militar. No obstante en 1882, tras una brillante carrera que le llevó a ser Capitán del Ejército por méritos de guerra, pidió el retiro para dedicarse a la pintura. Formado en Barcelona bajo la dirección de Simón Gómez, completará sus estudios artísticos con una estancia en París, en el estudio de Édouard Détaille, uno de los mayores expertos en temas castrenses, género que será el preferido por Cusachs. Por estos años dará a conocer su obra a través de exposiciones individuales, como las que celebró regularmente desde 1884 en la Sala Parés de Barcelona, obteniendo siempre gran éxito de ventas y de crítica. En 1890 ya era expositor habitual de la galería, donde mostraba novedades cada semana. La unión entre Cusachs y la Sala Parés fue tan profunda, de hecho, que a la muerte del pintor la galería se sumió en un periodo de absoluta decadencia. Cusachs también participó en certámenes oficiales; en 1887 obtuvo un notable reconocimiento en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid con tres cuadros, uno de los cuales fue adquirido por la regente María Cristina (“En el campo de maniobras”). En 1891 participó en la Exposición de Berlín y obtuvo la Medalla de Oro, por su obra “Maniobras de división”. Cusachs destacó además como un célebre retratista militar, y pintó entre otros al general Prim, al rey Alfonso XIII en uniforme militar y al presidente mexicano Profirio Díaz. El grueso de su obra está recogido en el Museo de Arte Moderno de Madrid y en el Nacional de Arte de Cataluña.