ENRIQUE SERRA Y AUQUÉ (Barcelona, 1859 – Roma, 1918).
"Laguna Pontina”, Roma, 1890.
Óleo sobre lienzo.
Firmado, fechado y localizado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 53 x 99 cm; 70 x 117 cm (marco).
Enrique Serra, catalán pero romano de adopción, se sintió siempre ligado a los parajes de la llanura Pontina, que plasmó en su obra prestando especial atención a las charcas de esta zona, que tiene como centro la ciudad de Terracina, donde el pintor residió durante un tiempo. Serra plasma estos parajes con su personal lenguaje naturalista, bajo atmósferas crepusculares de colorido matizado y sombrío, que crean un ambiente de soledad, nostalgia y un cierto misterio. De hecho, este trasfondo simbólico ambiental de Serra influirá en otros artistas catalanes que viajaron a Roma y que tuvieron contacto con él, como Nicolás Raurich.
Enrique Serra inicia su formación en la Escuela de La Lonja de Barcelona, donde fue discípulo de Ramón Martí Alsina y de Domingo Talarn. En 1879 viaja a Roma para ampliar sus estudios, gracias a una beca concedida por los hermanos Masriera, los plateros Torruella y el marqués de Castellvell. Instalado definitivamente en la capital italiana, sus obras gozaron de una gran acogida, y recibió encargos de figuras tan destacadas como el papa León XIII, quien le confió la realización de su retrato, así como de una Virgen para reproducirla en mosaico y regalarla al monasterio de Ripoll, entonces en restauración (1871). Fue socio del Círculo Internacional y miembro de la Academia Chigi, y trabó amistad con Mariano Fortuny, con quien realizó algunas pinturas de casacones. En 1879 expuso en la Sala Parés de Barcelona, y participó en la Exposición de Berlín en 1886, en la Universal de Barcelona de 1888, en diversas de Bellas Artes de Barcelona entre 1891 y 1907 y en la Nacional de Madrid en 1895. Ese mismo año instaló su estudio en París, al que acudieron muchos jóvenes artistas españoles. Como ilustrador destacó su colaboración en “La Ilustración Española y Americana”. Su trabajo fue reconocido con numerosos galardones, entre los que destacan la Tercera Medalla en la Nacional de Madrid y la de Oro en la Universal de Barcelona. Serra se centró fundamentalmente en visiones de las lagunas pontinas, obras melancólicas y de factura virtuosista. Está representado en los museos de Bellas Artes del Vaticano, el Prado, Glasgow, Magdeburg, Santiago de Chile, Barcelona y Álava, entre otros.