Escuela española del siglo XVIII. Seguidor de BARTOLOMEO SCHEDONI (Formigine, 1578 - Parma, 1615).
“Sagrada Familia”.
Óleo sobre cobre.
Presenta faltas en la parte inferior del cuadro y en el marco.
Medidas: 29 x 21 cm; 37 x 29 cm (marco).
El autor de este cobre devocional sigue de cerca la obra realizada por el pintor italiano barroco Bartolomeo Schedoni. En el sentido más común de la expresión, la Sagrada Familia incluye a los parientes más próximos del Niño Jesús, es decir, madre y abuela o madre y padre nutricio. En los dos casos, ya sea Santa Ana o San José quien aparezca, se trata de un grupo de tres figuras. Desde el punto de vista artístico, la disposición de esta Trinidad terrestre plantea los mismos problemas y sugiere las mismas soluciones que la Trinidad celestial. No obstante, las dificultades son menores. Ya no se trata de un único Dios en tres personas del cual deba expresarse la unidad esencial al mismo tiempo que la diversidad. Los tres personajes están unidos por un vínculo de sangre, ciertamente, pero no constituyen un bloque indivisible. Además, los tres están representados en forma humana, mientras que la paloma del Espíritu Santo introduce en la Trinidad divina un elemento zoomórfico difícil de amalgamar con dos figuras antropomórficas. Por otro lado, esta iconografía fue tradicionalmente, hasta la Contrarreforma, una representación de la Virgen con el Niño a la que se añadía la figura de San José en un primer plano. No será hasta las reformas de Trento cuando San José comience a cobrar protagonismo como protector y guía del Jesús Niño.