Escuela española; siglo XVII
“Virgen del Carmen entregando el hábito a san Simón”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 109 x 88 cm; 133 x 111 cm (marco).
En esta pintura de periodo tardo-barroco ha sido representada la leyenda que cuenta el milagro de la aparición de la Virgen del Carmen a San Simón Stock, Superior General de los Padres Carmelitas del convento de Cambridge, el domingo 16 de julio de 1251, San Simón Stock, Ella llevaba al Niño Jesús en sus brazos, y en sus manitas llevaba el escapulario, aunque esto no se muestra en el cuadro. Sino que aparece únicamente la Virgen entronizada sobre nubes entregando la casilla a san Simón.
La Virgen del Carmen es así denominada por el Monte Carmelo, en Israel. Según la tradición, durante la celebración de Pentecostés algunos fieles que se hallaban en dicho monte fueron convertidos al catolicismo tras la aparición de la Virgen. En ese lugar fundaron un templo en honor a María, origen de la congregación de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, que pasó a Europa en el siglo XIII tras su persecución en Tierra Santa. En 1251, su imagen se habría aparecido a San Simón Stock, superior general de la Orden, al que entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según es tradición, la Virgen prometió liberar del Purgatorio y llevar al cielo a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, creencia que ha sido respaldada por los Pontífices. La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa y América, destacando entre ellos España, Guatemala, Panamá, Perú, Colombia, Chile y Argentina. El nuestro es uno de los países donde más arraigada se encuentra esa advocación. Los pescadores nombraron a la Virgen del Carmelo su fiel protectora y, además, la Marina Española le concedió el título de patrona. Por esta razón, la Virgen del Carmen es también conocida como “Stella Maris” (“la estrella de los mares”).