Escuela flamenca; primer tercio del siglo XVII.
“Virgen con Niño”.
Óleo sobre cobre.
Posee marco de madera chapada de ébano del siglo XVII.
Medidas: 25,5 x 20 cm; 41,5 x 37 cm (marco).
Esta pintura sobre cobre, atribuida a la Escuela Flamenca del primer tercio del siglo XVII, representa a la Virgen con el Niño en una escena de carácter devocional con fuerte carga simbólica. La composición se divide en dos niveles: en la parte inferior, la Virgen María, envuelta en un manto azul oscuro con vestido rojo, sostiene al Niño Jesús, quien extiende los brazos en un gesto dinámico. Su expresión y postura parecen anticipar su destino sacrificial. A la derecha, un dosel verde con cortinas abiertas indica el espacio íntimo y sagrado de la escena.
En la parte superior, ángeles sostienen una gran cruz, elemento premonitorio de la Pasión de Cristo. Estas figuras, con ropajes vaporosos y movimientos gráciles, transmiten dinamismo y profundidad a la composición. Los colores ricos y contrastantes, la iluminación dramática y el detallado modelado de los personajes son características típicas del arte flamenco de la época.
La Escuela Flamenca se destacó en el panorama artístico europeo por su virtuosismo técnico y su especial atención a los detalles. A diferencia de la tradición italiana, que enfatizaba la composición monumental y la idealización de las figuras, los artistas flamencos desarrollaron una pintura minuciosa, con gran realismo en los rostros, textiles y objetos.
Uno de los rasgos distintivos de esta escuela es el uso de la pintura sobre cobre, que permitía obtener una superficie lisa y brillante, ideal para los pequeños formatos y el detallismo extremo. Además, el dominio del claroscuro y la riqueza cromática aportaban una sensación de volumen y profundidad, reforzada por la precisión en la aplicación de la luz.
Esta tradición, influenciada por maestros como Rubens, Van Dyck y los hermanos Brueghel, combinaba elementos religiosos con una expresividad emotiva y un sentido narrativo que buscaba conmover al espectador. La presente obra refleja este enfoque, presentando no solo una imagen devocional, sino también una composición cuidadosamente estructurada, donde la técnica flamenca resalta la calidad de los materiales y la sensibilidad en la representación de lo divino.