JAN FRIS (Países bajos, 1627-1672).
“Bodegón”.
Óleo sobre tabla de roble.
Firmado en la zona central inferior.
Medidas: 40 x 49 cm; 53 x 61 cm (marco).
Esta pintura es un excelente y característico ejemplo de un bodegón realizado por el poco conocido pintor de Ámsterdam, Jan Fris. Presenta una composición sobria y enigmática, donde la luz y la textura juegan un papel fundamental. Sobre una mesa de madera apenas visible en la penumbra, se disponen con aparente sencillez uvas, dos melocotones y tres ciruelas, reposando sobre un legajo escrito, cuyos pliegues y caligrafía apenas se insinúan. Detrás de estos elementos, un candil apagado se alza como un testigo silencioso de la escena, sumergido en las sombras.
El claroscuro, característico del estilo de Fris y de la tradición holandesa de naturalezas muertas "tonales", domina la composición. La iluminación tenue resalta la tersura de la piel de las frutas, la fragilidad del papel y la opacidad del del candil, mientras el fondo se disuelve en la oscuridad. La pincelada minuciosa y el dominio de las texturas refuerzan la sensación de realidad, evocando el meticuloso realismo de Pieter Claesz y Willem Heda.
El bodegón fue un género de gran relevancia en los Países Bajos del siglo XVII, reflejando no solo el gusto por la representación de lo cotidiano, sino también valores simbólicos y morales. En esta pintura, los frutos maduros pueden aludir a la fugacidad de la vida, mientras que el legajo escrito y el candil sugieren el paso del tiempo y la transitoriedad del conocimiento humano. Más allá de su aparente simplicidad, esta naturaleza muerta se convierte en una meditación silenciosa sobre la existencia, en sintonía con la tradición vanitas propia de la época.
Poco se sabe sobre la vida de Jan o Johannes Fris. Hijo de Gerrit, nació en Ámsterdam alrededor de 1627, según se ha deducido de dos documentos en los que se menciona su edad. Se casó en Ámsterdam en 1649 y obtuvo la ciudadanía en 1651. Fue enterrado en la misma ciudad el 9 de julio de 1672. Su legado artístico es el mejor testimonio de su existencia: dejó un pequeño conjunto de obras, casi todas bodegones, muchos de ellos firmados y fechados entre 1647 y 1672. Sus temas predilectos fueron naturalezas muertas con utensilios para fumadores, bodegones de desayuno y composiciones de tipo vanitas.