Escuela flamenca del siglo XVII.
"Bodegón de flores".
Óleo sobre tela.
Reentelado.
Con bastidor del siglo XIX.
Medidas: 92 x 102 cm.; 103 x 113 cm.(marco).
Cabe emparentar este bodegón floral, exuberante en su variedad y esplendor (rosas, claveles, margaritas, hibiscos...), con las vibrantes composiciones de Cornelis de Heem y Rachel Ruysch, exponentes destacados de este género en el Siglo de Oro neerlandés. La negrura del fondo favorece el trabajo casi tridimensional de las sensuales corolas, modeladas con precisión, arracimándose en ramilletes. Un pequeño pájaro con las alas desplegadas, posado en la repisa, está a punto de emprender el vuelo. También asoma entre las flores un tiesto de cerámica roja, con el asa en forma de criatura alada. La pintura se inscribe en la tradición de los bodegones florales de la escuela flamenca del siglo XVII, un género que alcanzó gran esplendor durante el Barroco. Estas composiciones se caracterizan por la representación meticulosa y detallada de una amplia variedad de flores, captadas en su momento de mayor madurez y acompañadas de elementos adicionales como aves, insectos o recipientes ornamentales. Estas pinturas no solo eran apreciadas por su belleza estética, sino también por su contenido simbólico. Las flores, en estado avanzado de floración, representaban la fugacidad de la vida y la naturaleza efímera de la belleza, temas recurrentes en el arte barroco.