Escuela española; segundo tercio del siglo XVII.
“Personaje cómico”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado del siglo XVIII.
Posee marco del siglo XIX.
Procedencia: Colección Privada (Barcelona).
Medidas: 43 x 33 cm; 60 x 46 cm (marco).
Esta pintura del siglo XVII presenta a un personaje con una expresión poco habitual para la época: una sonrisa marcada y un aire de burla o desenfado. Su rostro está iluminado de manera dramática, resaltando el color rosado de las mejillas, las líneas del rostro, y una mirada que parece sarcástica. El contraste entre el fondo oscuro y los detalles del rostro y el cuello, realzados por el cuello blanco rizado, crea una sensación de teatralidad. La pincelada, aunque precisa, deja entrever la textura del óleo y el envejecimiento de la obra, lo que añade un carácter auténtico y vívido.
El hecho de que el personaje sonría resulta un rasgo de gran singularidad en la pintura del siglo XVII, ya que, en aquel entonces, la sonrisa abierta no era común en los retratos o escenas costumbristas. Esto la distingue de obras más solemnes, pero la conecta con un género burlesco o humorístico que algunos artistas de la época exploraron.
Si la comparamos con artistas como Vincenzo Campi, este retrato recuerda a los campesinos o personajes humildes de Campi, quienes a menudo tenían expresiones exageradas y gestos vivos. Sin embargo, Campi tendía a insertar estas figuras en contextos cotidianos cargados de objetos y detalles narrativos, mientras que aquí el enfoque está exclusivamente en el rostro y su expresión. El rostro guarda cierta similitud con la pintura de Adriaen Brouwer. Brouwer frecuentemente mostraba personajes con gestos exagerados, a menudo en situaciones grotescas o cómicas. Por último, artistas como Pedro de Villavicencio o Antonio de Puga, que también exploraron lo costumbrista o el retrato de figuras populares. En resumen, esta obra destaca por su rareza dentro del contexto del siglo XVII: una sonrisa franca y casi cómica, lo que la vincula más con los aspectos burlescos de artistas como Brouwer o Campi, aunque mantiene un enfoque directo y centrado que la hace única en su género.