Escuela catalana; segunda mitad del siglo XVII.
“Virgen de Montserrat”.
Óleo sobre cobre.
Presenta faltas y restauraciones.
Medidas: 29,5 x 38,5 cm.
En esta imagen vemos a la Virgen de Montserrat sobre un fondo de paisaje identificable con la montaña del mismo nombre, donde aparecen destacadas las distintas edificaciones religiosas. Vemos también escenas secundarias con caminantes o rebaños de animales que ascienden la rocosa montaña. La virgen queda representada en el centro de la composición, imponente y majestuosa, sosteniendo en su mano derecha sus atributos principales, una esfera que simboliza el universo y de la cual surge un lirio de tres flores. Según el cronista Jeroni Pujades (1568-1635), antes y durante el siglo XVI, la Moreneta no sostenía nada en su parte derecha. Sin embargo, fue a finales de este siglo cuando se le añadió dicha esfera con lirio y que simbolizó la virginidad de María antes, durante y después del parto. En sus piernas descansa la figura de Jesús, también coronado y sosteniendo una esfera en su mano. Esta obra sigue el modelo que se encuentra en el Museo Municipal Vicenç Ros, Martorell, otra similar se puede ver en el Museo Montserrat o el de la Iglesia de Santa María del Campo, La Coruña.
La Moreneta o virgen negra es patrona de Cataluña pero adorada desde época medieval más allá de sus fronteras geográficas. Cuenta la leyenda que la primera imagen de la Virgen de Montserrat la encontraron unos niños pastores en el año 880. Tras ver una luz en la montaña, los niños encontraron la imagen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia, el obispo de Manresa intentó trasladar la imagen hasta esta ciudad, pero el traslado fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la había encontrado y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del monasterio actual.