Escuela boloñesa del siglo XVII.
“Virgen del Rosario con Santos de la orden de los Dominicos”.
Óleo sobre cobre.
Marco español del siglo XVIII.
Medidas: 34 x 23 cm; 71 x 47 x 5 cm (marco).
En este cobre se representa uno de los episodios más destacados de la leyenda de santo Domingo de Guzmán, la aparición al santo de la Virgen del Rosario. La tradición, surgida a partir del siglo XV, cuenta que la madre de Dios en persona enseñó a santo Domingo a rezar el rosario en el año 1208, diciéndole que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe. Apareciéndose en la capilla en la que el santo rezaba, sosteniendo un rosario en su mano, le enseñó a recitarlo prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Santo Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente lo predicó, y con gran éxito, logrando que muchos albigenses volvieran a la fe católica.