Escuela española; siglo XIX.
“Bodegón”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 59,5 x 79,5 cm; 78 x 98 cm (marco).
El bodegón que nos ocupa hunde sus raíces en la tradición bodegonista barroca. Nos encontramos frente a una abigarrada composición centrada en un espacio netamente acotado, en la que destaca el gusto ilusionista del pintor, quien superpone unos elementos sobre otros, creando así los típicos trampantojos barrocos, aunque la tonalidad es mucho más amables.
La naturaleza muerta o el bodegón ocupaba el peldaño más bajo de la jerarquía de géneros propios de la historia del arte, sin embargo, fue volviéndose cada vez popular entre los compradores. Además del tema independiente de la naturaleza muerta, abocaba otros tipos temas de la pintura al utilizar elementos prominentes, generalmente simbólicos, e imágenes que se basaban en una multitud de elementos de la naturaleza aparentemente para reproducir una parte de la vida. El término apareció ya a finales del siglo XVI. Muy apreciada dentro del mercado del anticuariado, así como entre los coleccionistas y los historiadores del arte, la escuela bodegonista gozó de un espectacular desarrollo.