Escuela andaluza; siglo XVIII.
“Santa Susana”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 104 x 83 cm; 115 x 95 cm (marco).
La pintura, característica de la escuela andaluza del siglo XVIII, presenta una composición equilibrada entre lo celestial y lo terrenal, dividida en dos espacios contrastantes. En la zona izquierda, un rompimiento de gloria domina la escena. La Virgen aparece en el centro, envuelta en un halo dorado. En la zona derecha, se desarrolla un espacio terrenal donde Santa Susana es la figura principal. Vestida con ropajes austeros pero refinados, la santa aparece en una actitud de recogimiento, sosteniendo la palma del martirio. Su mirada parece dirigirse hacia la Virgen en el rompimiento de gloria, marcando un nexo espiritual entre ambos planos. En el fondo derecho, un vano arquitectónico deja entrever un edificio clásico de Roma, posiblemente una basílica o templo, como un guiño a la historia de Santa Susana y su martirio en la Ciudad Eterna.
Se dice que Santa Susana, virgen y mártir, era hija de San Gabino de Roma. Sin embargo, el extenso relato que se hace de ella en la leyenda medieval no es fiable. El relato afirma que, al negarse a casarse con un pariente pagano del emperador Diocleciano, fue arrestada como cristiana. Según sus Actas, fue decapitada hacia el año 295, por orden de Diocleciano, en la casa de su padre, que fue convertida en iglesia junto con la contigua perteneciente a su tío, el prefecto Cayo o, según otros relatos, el papa Cayo. La iglesia pasó a llamarse Sancta Susanna ad duas domos.