Escuela española del siglo XVII.
"Retrato de Isabel la Católica".
Óleo sobre tabla.
Medidas: 41 x 31 cm.; 64,5 x 53 cm. (marco).
En esta pintura de periodo barroco, Isabel la Católica aparece representada en busto, con una túnica con cogulla. La túnica verde está ribeteada con hilo de oro, y del mismo color dorado es la cruz cosida en la capucha. Sus rasgos son sumamente austeros. Por sus características estilísticas y simbólicas, el retrato conecta con los valores y la representación histórica de esta figura clave en la historia de España. Isabel es históricamente asociada con la defensa del catolicismo y la unidad de España bajo una sola fe. Durante el barroco y la Contrarreforma, estas representaciones enfatizan el carácter sacro y heroico de los personajes históricos, situándolos como ejemplos de virtud y lealtad a la Iglesia. Asimismo, la túnica y el velo que cubren el cabello podría ser un símbolo de humildad y recogimiento, asociada con órdenes religiosas, y en este caso subraya la piedad personal de Isabel. La cruz cosida puede aludir a su papel en la consolidación del catolicismo en España, como la Reconquista o el patrocinio de la Inquisición. También refuerza la idea de Isabel como una "reina cristiana" modelo, vinculando su imagen con la misión evangelizadora.