Círculo de los BASSANO; siglo XVI.
“Santo Entierro”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones.
Medidas: 85 x 120 cm.
La pintura representa la deposición de Cristo en el sepulcro, la escena se desarrolla en un espacio marcado por la oscuridad en el cual el artista juega ampliamente con el cuerpo de Cristo yacente como punto central de iluminación. El cuerpo de Jesús se representa prácticamente desnudo, cubierto apenas por el “perizonium” o paño de pureza, pero sobre la sábana que ha servido para bajarlo de la cruz y sirve ahora como sudario. José de Arimatea, el rico hombre que cedió su tumba para sepultar a Jesús, según los evangelios, sostiene a Cristo por los hombros, mientras en el otro se puede apreciar la presencia de dos de las tres Marías.Como señala el museo del Prado de Madrid que albera una obra de composición similar a la presente pintura; “El taller de los Bassano se especializó en la producción en serie de pequeñas obras de devoción privada tomando como modelo las grandes composiciones del cabeza de familia, Jacopo. El Santo Entierro, ejecutada sobre pizarra, es un ejemplo de este tipo de pinturas. Las pérdidas de materia que presenta se deben al excesivo pulido de la piedra antes de pintar”.
Formalmente podemos relacionar esta obra con el taller de los Bassano, saga familiar clave para el desarrollo de la escuela manierista veneciana. Su fundador fue Jacopo Bassano (h.1515 – 1592), si bien su padre había sido ya un artista popular, de quien Jacopo aprendió el tono costumbrista del que dotó a gran parte de sus composiciones religiosas. Artista de gran éxito en su tiempo, Jacopo Bassano trabajó en Venecia y en otras ciudades italianas, y estableció un taller en su localidad natal, Bassano del Grappa, cerca de Venecia. Allí se formaron y desarrollaron su carrera sus cuatro hijos, continuadores de su estilo: Francesco el Joven (1549-1592), Gerolamo (1566-1621), Giovanni Battista (1553-1613) y Leandro (1557-1622).