Escuela sevillana; segunda mitad del siglo XVII.
“Los desposorios de la Virgen” y “La Natividad”.
Óleos sobre lienzos (x2).
Medidas: 41,5 x 63 cm.
Conjunto formado por obras de la escuela sevillana de la segunda mitad del siglo XVII. Una de ellas representa la Adoración de los Pastores: Esta escena muestra a la Virgen María arrodillada junto al pesebre donde yace el Niño Jesús, mientras San José y varios pastores observan con humildad. La composición captura un momento de recogimiento y devoción, enfatizado por los gestos y miradas reverentes de los personajes. En la otra pintura se recoge El Matrimonio de la Virgen: Aquí se representa la ceremonia de matrimonio entre la Virgen María y San José, oficiada por un sacerdote. María y José se toman de las manos, y sobre ellos aparece la paloma del Espíritu Santo rodeada de pequeños ángeles. La ambientación sagrada se refuerza con detalles arquitectónicos en el fondo.
Ambas pinturas comparten elementos estilísticos característicos de la escuela sevillana, como el uso del claroscuro para crear dramatismo, una paleta de colores cálidos y terrosos, y un enfoque en la devoción expresiva de los personajes, que aporta profundidad emocional y espiritualidad a las escenas.
El siglo XVII supone en la escuela sevillana la llegada del barroco, con el triunfo del naturalismo frente al idealismo manierista, una factura suelta y otras muchas libertades estéticas. En este momento la escuela alcanza su mayor esplendor, tanto por la calidad de las obras como por el rango primordial de la pintura barroca hispalense. Así, durante la transición al barroco encontramos a Juan del Castillo, Antonio Mohedano y Francisco Herrera el Viejo, en cuyas obras se manifiesta ya la pincelada rápida y el crudo realismo del estilo, y Juan de Roelas, introductor del colorismo veneciano. A mediados de la centuria se produce la plenitud del periodo, con figuras como Zurbarán, un joven Alonso Cano y Velázquez. Finalmente, en el último tercio del siglo encontramos a Murillo y Valdés Leal, fundadores en 1660 de una Academia donde se formarán muchos de los pintores activos durante el primer cuarto del siglo XVIII, como es el caso de Meneses Osorio, Sebastián Gómez, Lucas Valdés y otros.