Seguidor de DOMENICO ZAMPIERI, "DOMENICHINO" (Bolonia, 1581-Nápoles, 1641), siglo XVIII.
"San Jerónimo", basado en "El viático de San Jerónimo" de Domenichino (Museos Vaticanos).
Óleo sobre vitela.
Medidas: 10 x 8 cm.; 25 x 23 x 4 cm.(marco).
El pintor que nos ocupa se inspira claramente en "El viático de San Jerónimo" de Domenico Zampieri (Domenichino). El autor, fiel seguidor del maestro boloñés, toma en concreto el busto del anciano nonagenario, con poblada barba cana y ojos cansados mirando hacia el cielo en su postrera súplica a Dios, tal como fue representado en el Viático. El óleo de Domenichino, pintado hacia 1611 y conservado en los Museos Vaticanos, narraba el episodio en el que el santo, sabiéndose en el final de su vida, desea comulgar por última vez rodeado por sus discípulos y Santa Paula. Domenichino, a su vez, se había inspirado en un cuadro del mismo tema pintado años antes por Agostino Carracci, de quien fuera discípulo. San Jerónimo, tanto en el original del boloñés como en el cuadro que mostramos, nos conmueve por el arrobo que transmiten sus labios entreabiertos, su piel apergaminada y su mirada (en la que apenas vemos el blanco de los ojos, pues es una mirada extática). En nacimiento de los hombros y el pecho también logran transmitir la cadencia emotiva del momento, mostrando la fragilidad de un cuerpo que se apaga, pero que al mismo tiempo refulge con una luz que procede del alma.