JOHAN RICHTER (Estocolmo, Suecia, 1665 – Venecia, Italia, 1745).
“Venecia”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado antiguo.
Posee bastidor nuevo.
Medidas: 52 x 72 cm.
Vista panorámica de la ciudad de Venecia, donde se aprecia uno de los laterales de la basílica de San Giorgio Maggiore, una de las más emblemáticas del lugar. En el siglo XVIII, la pintura de San Giorgio Maggiore en Venecia se convierte en un testimonio vibrante de la belleza y el esplendor de esta ciudad única. La obra captura la majestuosa isla de San Giorgio, con su imponente iglesia de campanario alto que se alza en el horizonte, rodeada por las suaves aguas de la laguna. La luz del día se refleja en el agua, creando un espectáculo de tonos azules que envuelven la escena en una atmósfera soleada. La paleta de colores, rica y matizada, evoca la serenidad del paisaje veneciano, mientras que las nubes flotantes añaden un dinamismo sutil al cielo.
Los detalles arquitectónicos de la iglesia, con sus columnas y cúpulas, se destacan en un estilo que combina la elegancia del barroco con la simplicidad clásica, simbolizando la fusión cultural de la época. Este tipo de pinturas no solo documenta un lugar, sino que también refleja la historia, la fe y el arte de un período crucial. Sirven como ventanas al pasado, permitiéndonos apreciar la belleza de Venecia y su influencia en la cultura europea. A través de estas obras, se captura la esencia de una ciudad que ha inspirado a artistas y viajeros durante siglos, recordándonos la importancia de conservar y celebrar nuestro patrimonio artístico.
Se trata de una pintura enmarcada en la tradición del vedutismo veneciano, cuya historia se inicia en el siglo XVIII, aunque cuenta con antecedentes que se remontan a la segunda mitad del siglo XV. Orgullosa de su poder, la ciudad, considerada entonces reina del Mediterráneo por sus contactos comerciales, reforzaba su posición mediante una verdadera propaganda visual. Con la representación precisa y oportunamente idealizada del escenario de tantos episodios históricos y legendarios, se consolidó un mito destinado a perdurar en el tiempo, aun cuando en el siglo XVIII quedasen para sostenerlo solo unos cimientos tambaleantes.
Richter nació en Estocolmo. Entre sus hermanos se encontraba el medallista Bengt Richter (1670-1735). Pintó principalmente paisajes o vedute de Venecia. Hacia 1710, viajó a Venecia, donde se le menciona como activo a partir de 1717. Su obra recibió la influencia del pintor italiano Luca Carlevarijs (1663-1730).