Escuela flamenca; c. 1490.
Sin título.
Óleo sobre tabla.
Presenta lacre al dorso.
Medidas: 46 x 35 cm; 69 x 57 cm (marco).
En la zona inferior de la escena se puede apreciar un escudo vinculado con los mecenas de la obra. La imagen devocional nos presenta a la Virgen con el cuerpo de Cristo ya muerto, ambos a los pies de la cruz. Esta escena principal se inscribe dentro de una especie de mandorla formada por pequeños lunetos en los que se aprecian diferentes escenas de la vida de Cristo. Las imágenes recorren tres de los primeros momentos de la vida de Jesús y otros tres dedicados al ciclo de la pasión y a la muerte ya que se puede ver una escena en la que Cristo esta siendo depositado en el sepulcro. En cuanto a la estética de la obra la dureza de los pliegues del ropaje de la Virgen, o de la tela que envuelve parte del cuerpo de Jesús en la escena principal, recuerdan a los preceptos estilísticos de la escuela flamenca, en concreto a la de Roger Van der Weyden.
En esta pintura observamos como el artista copia tanto los personajes presentes en el relato bíblico del descendimiento de Cristo muerto, como su disposición, con una objeción: estos se encuentran situados en el lado contrapuesto a la pintura de Van Der Weyden, éste hecho es debido a que el artista podría haber copiado la composición original a partir de un grabado. Desde el siglo XV, el grabado inicia su etapa de esplendor y proporciona una mayor difusión del arte, gracias a las copias que artistas y grabadores hacían de las obras de arte, tanto antiguas como modernas. Estas llegaban a talleres de toda Europa e hicieron enriquecer enormemente el arte europeo en los períodos artísticos del Renacimiento y el Barroco.