y volver al lote.
28 Oct 2024 18:41
Escuela flamenca del siglo XVI.
"San Juanito y el Agnus Dei".
Óleo sobre tabla.
No ha sido restaurado.
Medidas: 39 x 33,5 cm; 57 x 53 cm (marco).
El tema del Agnus Dei o Cordero de Dios en compañía de San Juan Bautista Niño fue muy representado en el Renacimiento nórdico, y durante el barroco sería retomado por Rubens, Van Dyck y Jordaens, entre otros artistas flamencos. El elemento cristiano (la alegoría de Cristo sacrificado por la humanidad) resulta en esta magnífica pintura un motivo secundario, una excusa para poder plasmar una escena lúcida y tierna, casi folclórica. Así, el tema queda subsumido a la voluntad de mostrar a unos niños embelesados por la criatura lanosa, un cordero que, cariñoso, se deja acariciar y lame la mano de uno de ellos. El pintor busca contrastar, de un modo velado y sutil, la dulzura e inocencia de los pequeños con el dramático simbolismo que subyace en la imagen. Reconocemos a Juanito por la piel de camello que lo cubre y por la cruz en la que flamea una tela roja (color que incide en la idea del martirio). Por lo demás, el cuerpo de Juan no difiere del de los de los dos ángeles, que carecen de alas y de atributos seráficos. Los tres comparten similares anatomías rollizas pero elásticas, miembros torneados, semblantes encendidos por un ligero arrebol y un cabello ensortijado. El cordero aparece sobredimensionado en comparación con los niños, y su pelambre blanca y algodonosa recibe la luz clara de un cielo límpido, surcado por nubes ligeras. La escena se desarrolla a la sombre de un árbol de grueso tronco. A lo lejos, se adivinan algunas casas de una aldea de Flandes, coetánea al pintor. Esto último nos habla de un género pictórico incipiente por entonces, la pintura de paisajes con pequeñas aldeas. En este caso, el paisaje cumple una función narrativa y secundaria, pero en artistas como Brueghel pronto se apreciará un cambio: la vida cotidiana rural se impondrá como tema en sí mismo.