y volver al lote.
28 Oct 2024 16:25
Atribuido a DIEGO QUISPE TITO (Cuzco, Perú, 1611 - 1681)
“San Antonio con el Niño”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas en el marco con molduras antiguas.
Medidas: 57 x 44 cm; 70 x 55 cm (marco).
En este lienzo se representa a San Antonio de Padua, vestido con hábito franciscano y con la rama de lirio, con el Niño Jesús en brazos que porta el orbe en una de sus manos, mientras que con la otra bendice al espectador. San Antonio de Padua es, después de San Francisco de Asís, el más popular de los santos franciscanos. Es representado como un joven imberbe con amplia tonsura monacal, vestido con el hábito marrón de los franciscanos. Uno de sus atributos más frecuentes es el libro, que lo identifica como escritor sagrado. Otro rasgo iconográfico distintivo es la rama de lirio, elemento tomado de su panegirista Bernardino de Siena. Suele presentarse a san Antonio con el Niño Jesús, en alusión a una aparición que tuvo en su celda. Se convirtió en el atributo más popular de este santo a partir del siglo XVI, siendo especialmente popular en el arte barroco de la Contrarreforma
Diego Quispe Tito fue un pintor peruano de origen andino. Es considerado uno de los miembros más destacados de la Escuela Cuzqueña. Los testimonios documentales respecto de su vida son escasos, sin embargo, se puede decir que inicia su obra pictórica hacia 1627, fecha de la que data su primer lienzo y que probablemente perteneció a la nobleza indígena.Se consagra como un artista de gran prestigio en la ciudad del Cusco a partir de la década de 1660, al intensificar su producción para el templo de San Sebastián. Es a partir del virtuosismo que demuestra en los ciclos de pintura que produce para este templo que se gana el favor de sus mecenas más importantes de Cuzco y del Alto Perú, a donde enviaba pinturasregularmente. En una pintura que envía a Potosí en 1667 firma "Quispi Tito inga inbentó del año D-1667, edad 56", una manera de resaltar el aspecto creativo y culto de su trabajo.Fue seguidor de Gregorio Gamarra, quien a su vez fue discípulo de padre Bernardo Bitti. Su pintura tuvo dos etapas. En la primera, su pintura se caracterizó por tener ciertos rezagos del manierismo, mientras que en la segunda, se puede ver en su pintura la influencia de los grabados flamencos. Sin embargo, es un pintor que se encuentra un tanto al margen del estilo imperante en la ciudad del Cuzco y que termina desarrollando e imponiendo un estilo nuevo a la pintura de la región. Él implanta el uso de grandes paisajes repletos de flores y animales que luego se convierten en característicos de la Pintura Cuzqueña.