y volver al lote.
28 Oct 2024 16:05
Escuela española; primera mitad del siglo XVII.
“Virgen del Carmen”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones sobre la superficie pictórica.
Medidas: 142 x 111 cm; 154 x 121 cm (marco).
El escudo que lleva sobre su pecho nos indica que se trata de la advocación de la Virgen del Carmen. Majestuosa y de formas rotundas, la Virgen domina por completo esta composición de gran sobriedad pictórica. Solo unos cortinajes rosados, recurso indispensable de época barroca, ayudan a definir el espacio de la escena. En el caso de la protagonista se puede observar una gran influencia de los modelos flamencos, como bien atestiguan la calidad del manto exterior formado por un delicado bordado en hilo de oro que se entremezcla con el escudo y por la suavidad del rostro de tez nívea de la Virgen que queda enmarcado en un cabello rizado y dorado. El modelo de la Virgen con el libro en la mano recuerda en gran medida a una pintura atribuida al artista Diego Valentín Díaz (1586-1660).
La Virgen del Carmen es así denominada por el Monte Carmelo, en Israel. Según la tradición, durante la celebración de Pentecostés algunos fieles que se hallaban en dicho monte fueron convertidos al catolicismo tras la aparición de la Virgen. En ese lugar fundaron un templo en honor a María, origen de la congregación de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, que pasó a Europa en el siglo XIII tras su persecución en Tierra Santa. En 1251, su imagen se habría aparecido a San Simón Stock, superior general de la Orden, al que entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según es tradición, la Virgen prometió liberar del Purgatorio y llevar al cielo a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, creencia que ha sido respaldada por los Pontífices. La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa y América, destacando entre ellos España, Guatemala, Panamá, Perú, Colombia, Chile y Argentina. El nuestro es uno de los países donde más arraigada se encuentra esa advocación. Los pescadores nombraron a la Virgen del Carmelo su fiel protectora y, además, la Marina Española le concedió el título de patrona. Por esta razón, la Virgen del Carmen es también conocida como “Stella Maris” (“la estrella de los mares”).