Escuela inglesa; c. 1800.
“Marina”.
Óleo sobre lienzo.
Posee marco del siglo XX con faltas.
Medidas: 107 x 153 cm; 122 x 168 cm (marco).
En esta obra el autor nos sitúa ante una marina protagonizada por varias embarcaciones y dos pequeños botes donde se puede apreciar la figura de varios marineros. Los marineros esbozados con pinceladas rápidas están trabajados con un gran virtuosísimo, de tal manera que se pueden apreciar las acciones de cada uno de ellos. Más allá vemos un horizonte bajo sobre el que se adivina el cielo poblado de nubes que queda perfectamente definido el horizonte. La escena destaca por el gran dinamismo y la expresividad que consigue el autor a través del oleaje y de las actitudes adoptadas por los protagonistas del cuadro.
Barcos y embarcaciones se han representado en el arte desde la antigüedad, pero la marina sólo comenzó a convertirse en un género a inicios del Renacimiento, con la difusión del paisaje como género autónomo. Los paisajes marinos puros, sin embargo, no se divulgarían hasta el siglo XVII, especialmente en la pintura holandesa, siendo un reflejo del potentísimo comercio exterior y la gran flota naval de Holanda. Estos mismos motivos incitarían al cultivo de los paisajes marinos en la pintura británica. Más tarde, el romanticismo recuperó el tema del mar y la costa, especialmente en sus vertientes más tempestuosas. Alemanes e ingleses sobresalieron en la representación de mares embravecidos o solitarios y místicos acantilados. En el siglo XIX el mercado del arte se amplió notablemente y la pintura de género, y especialmente la de paisajes, gozó de un gran éxito en los ambientes burgueses. La generalización de la pintura a plein air, por otra parte, favoreció que paseos, playas y puertos se llenaran de pintores de caballete inmortalizando escenas marítimas. Los paisajes marinos puros fueron un reflejo del potentísimo comercio exterior y la gran flota naval de Holanda. En la pintura de marinas, los artistas optaron muy a menudo por vistas turbulentas, presididas por cielos grises, tormentosos, y navíos enfrentándose a los elementos.