Escuela virreinal, siglo XVIII.
“Virgen de la Merced".
Óleo sobre lienzo.
Presenta leves desgastes en la superficie pictórica.
Medidas: 54 x 38 cm.; 60,5 x 44 cm.(marco).
Pintura devocional de factura virreinal, probablemente cuzqueña. La Virgen de cuerpo entero adopta el gesto acogedor de abrir los brazos al mundo. Ocupa gran parte del encuadre. Viste manto blanco sostenido por dos ángeles que la flanquean, como también lo hacen respetando la simetría compositiva la pareja de santos dispuestos en la parte inferior. Reconocemos a la Virgen de la Merced por el escapulario y el cepo que sostiene con sus respectivas manos. De ello se deriva la interpretación de que uno de los santos sea San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced.
Se trata de una obra propia del arte novohispano, determinada por la sutileza y la armonía del conjunto. Cabe citar que, durante la dominación colonial española, se desarrolló una pintura principalmente religiosa, destinada a cristianizar a los pueblos indígenas. Los pintores locales tenían como modelo las obras españolas, que seguían de forma literal en cuanto a tipos e iconografía. Los modelos más frecuentes fueron los ángeles arcabuceros y las vírgenes triangulares, sin embargo, en los primeros años del siglo XIX, ya en tiempos de la independencia y apertura política de algunas de las colonias, varios artistas comenzaron a representar un nuevo modelo de pintura con una identidad propia.