FRANS WOUTERS (Lier, 1612- Amberes, 1659).
“Céfalo y Procris”.
Óleo sobre cobre.
Presenta faltas.
Medidas: 55 x 72 cm; 79,5 x 96 cm (marco).
En esta obra se recoge la historia mitológica de Céfala y Procris. Céfalo estaba casado con Procris, una hija de Erecteo. La diosa del amanecer, Eos se enamoró de él y secuestró a Céfalo cuando estaba cazando. El resistente Céfalo y Eos se convirtieron en amantes, y ella le dio un hijo llamado Faetón (que no debe confundirse con el hijo del dios sol Helios). Algunas fuentes también dan a Tithonos y Hesperus como hijos de Cephalus y Eos. Sin embargo, Cephalus siempre suspiraba por Procris, lo que provocó que Eos, descontento, se lo devolviera, haciendo comentarios despectivos sobre la fidelidad de su esposa. Sobornada por una corona de oro, su esposa admitió a Pteleon en su cama y, al ser detectada por Céfalo, huyó a Minos. En cuanto a la imagen la escena recoge la narración que se encuentra en el la Metamorfosis de Ovidio, concretamente en el libro VII. Procris celosa de su marido, y segura de su infidelidad decidió seguirle. Al perseguir a su esposo y esconderse en unos arbustos para no ser descubierta, su marido la asesino pensando que era un animal salvaje.
Frans Wouters que fue un pintor barroco flamenco que tradujo el estilo barroco monumental de Peter Paul Rubens al pequeño contexto de las pinturas de gabinete. Inicialmente comenzó como aprendiz de Pieter van Avont en Amberes, pero rompió su contrato para trasladarse al taller de Rubens en 1634.Se convirtió en maestro en el Gremio de San Lucas al año siguiente. Pasó la década de 1630 como pintor de la corte del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Fernando II. Fue enviado como embajador de Fernando II a Inglaterra en 1637. Al año siguiente, se convirtió en el pintor del Príncipe de Gales, el futuro Carlos II de Inglaterra. En Inglaterra, Wouters seguramente habría tenido la oportunidad de conocer a su compatriota Anthony van Dyck, quien era en ese momento el pintor de la corte de Carlos I de Inglaterra. Su estilo se parecía inicialmente al manierismo tardío de Joos de Momper y luego fue influenciado por Rubens y, en particular, por las pinturas de paisajes de Rubens. Después de entrar al servicio del archiduque Leopold William, el trabajo de Wouters demostró la creciente influencia de Anthony van Dyck y las figuras humanas en sus pinturas se volvieron alargadas y emocionalmente expresivas. Pintó escenas bíblicas y paisajes mitológicos en este estilo.