y volver al lote.
01 Oct 2024 16:11
ALONSO DEL ARCO (Madrid, h. 1635-1704).
“San Bartolomé apóstol”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones sobre la superficie pictórica.
Posee importante marco con leves desperfectos.
Medidas: 83,5 x 62 cm; 108 x 87, 5 cm (marco).
La presencia del cuchillo sobre la mesa revela que se trata de la representación de San Bartolomé apóstol. Es probable que esta obra fuera concebida en origen como parte de un ciclo mayor formado por los doce apóstoles, algo que fue muy común en la decoración de espacios religiosos. En este lienzo se representa a san Bartolomé de medio cuerpo y en primerísimo plano, sobre un fondo oscuro y neutro que realza su corporeidad a la vez que ayuda a centrar la atención en la figura. San Bartolomé se muestra en actitud piadosa, dirigiendo su mirada hacia el cielo, mostrando al fiel la rotundidad de la forma y la expresividad devocional. La imagen de San Bartolomé ha sufrido escasas modificaciones a lo largo de la historia del arte, siendo común la representación del santo en el momento del martirio. Así, se le suele representar siendo desollado, bien sobre un potro o atado a un árbol. También se le ha plasmado obrando milagros: resucitando a los hijos del rey Polimio y liberando a la hija de éste poseída por el demonio. En escasas ocasiones aparece siendo flagelado. A veces se le representa con un gran cuchillo aludiendo a su martirio, según el cual fue desollado vivo, razón por la que es el patrón de los curtidores. En relación también con su martirio aparece en ocasiones despellejado, mostrando su piel cogida en el brazo como si se tratara de una prenda de vestir.
Alonso del Arco fue un pintor español del barroco, sordomudo de nacimiento. Existen pocos datos biográficos sobre él, aunque se sabe que fue discípulo de Antonio de Pereda. De su obra se conocen los retablos realizados entre 1675 y 1685, el de San Juan Bautista de la iglesia de San Juan del Mercado (Guadalajara) y el de San Felipe Neri de la iglesia de las trinitarias de Madrid; el Niño Jesús dormido sobre la Cruz (1681) conservado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Aparición de la Virgen de la Merced a san Pedro Nolasco (1682) conservado en el Museo del Prado, así como numerosas versiones de la Inmaculada Concepción, repartidas entre el Prado y algunas iglesias de Valladolid; La Magdalena despojándose de sus joyas en el Museo de Bellas Artes de Asturias y la Anunciación, conservado en el Museo Lázaro Galdiano, entre otros. Además, también pintó escenas de paisajes y retratos, como el de Marianna de Austria (1696) conservado en el Museo de Santa Cruz de Toledo, El cardenal Juan Everardo Nithard (1674) y los retratos de los Generales del Orden de San Juan de Dios. Trabajó también la técnica del fresco de la decoración del camarín de la ermita de la Virgen de la Oliva de Almonacid, con escenas de la vida de la virgen María en 1689.