y volver al lote.
01 Oct 2024 16:13
JOSÉ GARCÍA HIDALGO (Villena, 1645-Madrid, 1717).
“San Agustín y el Niño de la concha”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 53,5 x 82,5 cm; 69,5 x 99 cm (marco).
La pintura muestra un paisaje natural, sin apenas vegetación, y un rompimiento de gloria en el cielo, no demasiado llamativo, quizá aludiendo con la luz al Espíritu Santo. En la tierra se encuentra el santo, de pie, vestido de negro con un nimbo en la cabeza. A sus pies se puede ver al Niño, que sostiene una concha en su mano y con la otra señala hacia el cielo. La calidad de la obra y la temática invitan a pensar en José García Hidalgo que realizó un conjunto de 27 pinturas sobre la "Vida de San Agustín" para decorar el claustro principal bajo del Convento de San Felipe el Real (Madrid), de las cuales muchas de ellas se encuentra en la colección del Museo del Prado. De hecho el propio museo señala que “Dicho conjunto fue encargado a José García Hidalgo, que lo realizaría, al parecer en colaboración no muy bien determinada con Alonso del Arco, entre 1663 y 1711. Las obras hasta hoy relacionadas con este ciclo pertenecientes a los fondos del Museo del Prado. La fuente iconográfica principal para la obra de García Hidalgo fueron las estampas del grabador flamenco Schelte Adams Bolswert, que han ayudado a la correcta identificación de muchas de las escenas del ciclo, cuyos motivos iconográficos habían sido olvidados y confundidos desde tiempos de la Desamortización”
José García Hidalgo (1645 o 1646 - 1717 o 1719) fue un reconocido pintor barroco pintor de cámara del Rey Felipe V. Fue llamado por los artistas de la época El Castellano. Comenzó su educación artística en la ciudad de Murcia con Mateo Gilarte y Nicolás de Villacis. Tras pasar algunos años bajo la tutela de estos maestros, se trasladó a Italia en 1660, y en Roma se convirtió en alumno de Giacinto Brandi. Pietro da Cortona, Salvator Rosa y Carlo Maratti le influenciaron estilística y técnicamente al artista. Volvió a Valencia para estudiar en la academia de Santo Domingo y posteriormente se trasladó a Madrid, en 1674 donde comenzó como aprendiz de Carreño de Miranda. En 1674 fue a Madrid y Carlos II le encargó una serie de veinticuatro cuadros sobre la vida de San Agustín para el claustro de San Felipe el Real, que le ocuparon, junto con otros encargos del rey, hasta 1711. También fue requerido por Felipe V, que le nombró su pintor principal en 1703, y poco después caballero de la orden de San Miguel. Al final de su vida se retiró al convento de San Felipe, donde murió probablemente en 1719. Publicó Principios para estudiar la nobilísima arte de la Pintura (1691) y otras obras sobre anatomía y pintura para beneficio de los estudiantes. Sus producciones se encuentran en Madrid, Valencia, Sigüenza, San Jago y Guadalaxara.