y volver al lote.
01 Oct 2024 15:33
Escuela flamenca; primera mitad del siglo XVII.
“Purísima”.
Óleo sobre tabla de roble. Engatillada.
-Bibliografía: Urrea Fernández, J. y Valdivieso, "E. Pintura barroca vallisoletana". Universidad de Valladolid, 2017.
Presenta repintes y restauraciones.
Marco con estampilla de Sebastián Gabriel.
Medidas: 32,5 x 27 cm; 49 x 44 cm (marco).
Inscrita en un dorado rompimiento de gloria se dispone la figura de la Virgen como Purísima concepción. Situada sobre un pedestal creado por el cuarto creciente lunar se yergue la figura de la Virgen de pie, monumental. Esta se encuentra de frente al espectador, sin embargo, baja su rostro en una actitud piadosa y lo desplaza levemente hacia la izquierda, añadiendo así cierta tridimensionalidad a la escena. Su rostro sereno y la piadosa actitud,con ambas manos sobre su pecho, indican que se dirige a Dios. Estableciendo así un contacto directo con él y no ante el espectador. Un espectador al que se presenta de un modo regio, gracias a su situación preponderante en la composición, a su porte y a la monumentalidad de las formas. Situada bajo la representación del Espíritu Santo, como reina del cielo y de la cristiandad rasgo que queda patente con su dorada corona. La figura de se acompaña de varios querubines dispuestos entre unas plomizas nubes que cierran la escena a modo de mandorla y que se funden con el paisaje de la zona inferior.
Anteriormente esta pieza estaba atribuida al pintor Francisco Martínez de hecho hay ciertas similitudes entre esta obra y la pintura de la Inmaculada con aanta Águeda, san Francisco y don Andrés Vega, que pertenece a la colección del Museo Nacional Colegio de san Gregorio, Valladolid. Hijo del conocido pintor manierista Gregorio Martínez (Valladolid, 1547-1598), comenzó su formación de la mano de su padre destacándose como retratista. Su pintura revela una gran influencia estilística del manierismo.