Escuela italiana de finales del siglo XVII.
"Retrato de caballero como pastor".
Óleo sobre lienzo.
Reentelado.
Presenta alguna falta en el marco.
Necesita restauración.
Medidas: 193 x 140 cm.; 204 x 152 cm. (marco).
Bajo un cielo que anuncia tormenta, un pastor apoyado en un tocón de árbol señala hacia su izquierda para indicar al rebaño de cabras que es hora de regresar al establo. Vemos su mano derecha, en la que sostiene una flauta, surcada de finas venas. El naturalismo y la calidad de la pintura se expresa en este tipo de detalles y, sobre todo, en el semblante bondadoso del personaje. Sus ojos son pequeños, brillantes y profundos. Su piel enrojecida y ajada por la vida en la intemperie refulge bajo la luz argéntea del cielo cargado. Viste pantalos bombachos y chaqueta de cuero curtida atada con cordón pasando por los ojales. También la pelambre lanuda de los animales está resuelta con acertado verismo. Sentimos la agitación de las hojas oscuras de los árboles, como si presagiaran la lluvia. El auge de la pintura pastoril durante el siglo XVII en Alemania pudo estar motivado por la necesidad de escapar de la debacle social y política de aquella época. Fue un periodo de conflictos y cambios bruscos, con la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que afectó profundamente a los alemanes. La pintura pastoril ofrecía una visión idealizada y escapista de la vida, en contraste con la realidad de la guerra y la devastación. Sin embargo, en esta magnífica escena con pastor, el rostro preocupado y el día electrizado por la tormenta incipiente no nos transmite una imagen pacífica sinó que, por el contrario, nos parece una suerte de trasunto del difícil momento histórico. Por otra parte, en la pintura de paisaje germánica del periodo se aprecia la influencia de los paisajistas neerlandeses.