Escuela española o italiana del siglo XVIII.
"Capricho".
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones.
Medidas: 104 x 168 cm.
En pleno auge del primer romanticismo, se popularizan en Italia los paisajes con ruinas como el que mostramos. La ruina clásica aparece aquí sublimada al cubrirse de musgo y al exhibir su fragilidad fragmentaria. La monumentalidad de la arquitectura romana queda realzada por la pequeñez de las figuras. Éstas forman grupos ociosos o trabajando. Pertenecen a una época indefinida, lo que se deduce por el ambiguo vestuario. Destaca la incidencia de la luz clara en la vetusta piedra, incidiendo en los altorrelieves, modulando las pilastras, los arcos y las cúpulas bajo un cielo azul.
El gusto por los vestigios artísticos del pasado, la generalización de los viajes de escritores y artistas en busca de monumentos y obras de arte que les sirvieran de fuente de inspiración, y el descubrimiento de importantes restos antiguos como los de las ciudades de Pompeya y Herculano contribuyeron sin duda al éxito del género. Es un género pictórico, además, que hunde sus raíces en el siglo XVII, en la veduta, no siempre topográfica, pero a veces extremadamente imaginativa.