Atribuido a JUAN DE ZURBARÁN ( Llerena, Badajoz, 1620- 1649).
“Bodegón”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Conserva marco de época.
Medidas: 35 x 42,5 cm; 46 x 54,5 cm (marco).
Estéticamente la obra presenta grandes rasgos de estilo naturalista, firmemente arraigado en la tradición española del género del bodegón. La iluminación tenebrista con un foco de luz dirigido artificialmente hacia el limón y las naranjas que se encuentran en el centro. La economía tanto en los elementos que conforman la escena, como en el rigor de una composición clásica nos acercan a una escena donde la calidad es evidente y protagonista. El filo iluminado del cuchillo y la sombra que proyecta sobre la loza blanca, la piel de piel de las frutas son detalles que revelan la calidad de la obra y la delicadeza del artista.
La obra se acerca estilísticamente a las piezas del Hijo de Francisco de Zurbarán, como por ejemplo al “Bodegón de limones” que pertenece a la colección del Museo de Bellas Artes de San Fernando. Francisco Zurbarán se incorporó al taller que su padre poseía en Sevilla, con el que es probable que colaboraran en diversos cuadros, entre ellos Bodegón con macetas. Aunque se sabe que realizó varias obras de temática religiosa, fue el género del bodegón donde cosechó mayor éxito. La influencia paterna es evidente en su obra, pero también su estilo refleja influencias Juan van der Hamen, diferenciándose así de la pintura de sy progenitor. Pintó principalmente bodegones. Algunas de sus obras son Bodegón con fruta y jilguero y Bodegón con cesta de manzanas, membrillos y granadas, conservadas en el Museu Nacional d'Art de Catalunya, las Flores y frutas en porcelana china del Art Institute of Chicago, y el Plato con manzanas y azahares en una colección privada, entre otras obras autografiadas o atribuidas. La carrera de Juan de Zurbarán se vio truncada por su temprana muerte a los 29 años. Contrajo la peste durante la epidemia que asoló Sevilla en 1649 y murió junto a varios de sus hermanos.