Escuela flamenca; circa 1600.
“Última cena”.
Óleo sobre tabla de roble.
Presenta sello al dorso.
Posee restauraciones.
Medidas: 50,5 x 66,5 cm; 65,5 x 81 cm (marco).
La ultima cena es una de las representaciones más relevantes de la historia del arte occidental. En primer lugar, porque se trata del momento concreto en el cual se establece el sacramento de la Eucarística, ya que Jesús en dicha cena realizó la analogía entre su cuerpo y el pan, y el vino y su sangre. En segundo lugar, la mítica escena que fue pintada por Leonardo, estableció las bases de la estética renacentista, aportando así una concepción de la perspectiva que fue hegemónica hasta bien entrado el siglo XX. En este caso concreto la escena recoge dicha estética basada en la composición Leonardesca, y los personajes presentan una disposición similar a la citada. Sin embargo, en esta obra el artista prescinde del paisaje, y sitúa a todos los protagonistas en un espacio interior inconcreto, dominado por la presencia de tonalidades escuras. A pesar de que todos los personajes están ubicados a modo de friso, el autor, ha establecido varios planos que aportan cierta profundidad al conjunto. Estos se definen a través de los apóstoles que se encuentran delante o detrás de la mesa, y gracias a los elementos anecdóticos del primer plano, como son las tinajas, que aluden al momento en el que Jesús, previamente a la cena, decide lavar los pies a todos sus apósteles.
Formalmente la escena se inscribe dentro de la escuela flamenca y sigue por tanto normas clásicas de las cuales la primera es la gran calidad técnica. Así, el dibujo es riguroso y firme, de gran perfección anatómica. Se trata de una pintura con un gran sentido simbólico que nos permite dos lecturas, la simbólica y la realista. Hay importancia por el detalle, con una descripción minuciosa de los objetos, nada escapa al ojo del pintor, suelen tener muchos detalles, también se abandona el refinamiento, aparecen seres reales sin intención idealista.