Escuela italiana, segunda mitad del siglo XVIII.
"Escena mitológica".
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 41 x 113 cm.; 47,5 x 119 cm.(marco).
El corpulento personaje que preside esta composición parece identificar a Hércules. Aunque no lo cubre la piel de león con el que a menudo aparece envuelto (una piel que vistió tras matar a la fiera de Nemea), su rostro barbado, así como el mazo que blande en la mano izquierda y su vigorosa condición física son los característicos de las representaciones del hijo de Zeus y Alcmena.
La presencia del fuego lleva a pensar en el último de sus trabajos, su incursión en los infiernos, donde habrá de enfrentarse al Cancerbero. Sin embargo, la iconografía se muestra aquí ambigua, ya que parece hablarnos más de un incendio que de una boca del averno. Tres personajes, ataviados con túnicas y mantos que flamean por efecto del viento, tratan de advertirle del peligro de su misión. Los elementos arquitectónicos mezclan referencias egipcias y griegas, emplazado en un paisaje por el que serpentea un río. Estilísticamente la pintura se inscribe en el periodo de transición entre el barroco tardío y el neoclasicismo.