CORNELIS JACOBSZ DELFF (1570–1643).
“Bodegón de despensa”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Adjunta informe expedido por el Doctor Fred G. Meijer.
Presenta restauraciones.
Posee marco del siglo XX.
Firmado en la zona superior derecha.
Medidas: 130 x 202 cm; 235 x 164 cm (marco).
En esta exuberante imagen, el artista, nos presenta un gran despliegue de su calidad técnica que queda patente en el juego de captación de los numerosos elementos que conforman la imagen, pero a su vez en la ambigüedad con la que concibe la escena. A primera vista parece tratarse de un bodegón con figuras, género muy popular en Flandes. Sin embargo, al observar la figura de la mujer se puede apreciar que su vestimenta no corresponde a la de una simple tendera, ya que su ropaje y la perla que pende de una de sus orejas, la alejan de la idea popular. Tras ella un hombre la asedia, apoyando su rostro sobre el cuello y ofreciéndole una copa de vino. Una característica que imbuye a la obra de una temática galante que se contextualiza tras un prolífico bodegón rico y diverso. El bodegón con figuras de gran tamaño de la escuela flamenca tiene su origen en el siglo XVI, en las obras de Pieter Aertsen (1508-1575) y Joachim Beuckelaer (1533-1574). Ambos pintores realizarán grandes cuadros que avanzan el barroco por su naturalismo y valor escenográfico, si bien evidencian aún el abigarramiento de elementos propio del manierismo. Pieter Aerstsen creó una fórmula que consiste en colocar la figura en primer término, rodeada de alimentos trabajados a gran tamaño, siempre plasmados con una especial atención a las calidades y los detalles, siguiendo la tradición flamenca. Beuckelaer, discípulo de Aertsen, tomó este modelo creado por su maestro y lo utilizó para representar escenas religiosas, que siempre quedan en un segundo plano respecto al bodegón. Ya en el siglo XVII, el género del bodegón con figuras cobrará una gran importancia en la escuela flamenca, con composiciones ya más dinámicas y teatrales, plenamente enmarcadas dentro del estilo barroco, como aquí vemos.
Pintor de bodegones, fue hijo y alumno de Jacob Willemsz Delff: aparte de las fechas de su nacimiento y muerte, no se conocen otros datos biográficos suyos. Estilísticamente, forma parte de ese grupo de pintores holandeses que empezaron a pintar la naturaleza muerta inspirándose en todas las escenas de los mercados y cocinas flamencas en las que siguen presentes las figuras. En las pocas obras que se le atribuyen, existe una predilección por pintar las superficies de los platos de cobre y latón, cuyo resplandor a menudo se refleja en el vidrio. Es frecuente la presencia de peces, pájaros (lo que demuestra la consistencia blanda de las plumas) y frutas, su fondo espeso compuesto por tablones de madera y tonos oscuros. La composición muestra poco vigor en el ensamblaje de objetos, con predilección por la combinación de formas simples, con efectos mayoritariamente bidimensionales.